domingo, 14 de julio de 2013

La anorexia, mi dominante.

Cuando era más chica, siempre fui de contextura más grande y diferente al resto de mis amigas, estaba rodeada de gente mucho más flaca que yo y encima, iba a la escuela con un grupo de gente no muy agradable, durante mucho tiempo estuvieron riéndose de mi cuerpo, riéndose de mí, encargándose de dejar mi autoestima en el piso, pisoteado, encargándose de dejarme más que claro que soy fea, desde cualquier angulo que me mires, soy fea.
Empecé a hacer dieta por voluntad propia y cada vez que veía que perdía peso, me gustaba más la idea de seguir haciendo dieta, así fue como empecé. Para Junio de 2010, tenía el peso que quería, que eran 45 kilos pero como me gustaba hacer mucho ejercicio, seguía complementando con una dieta no supervisada por algún medico, cada mañana me pesaba, antes y después de desayunar, antes de salir de casa y cuando volvía, era una especie de obsesión que tenía con la balanza y si veía que algo se desacomodaba, como unos gramos de más, era capaz de llorar y salir a correr para bajarlos. Empecé a dejar de comer, a excluir un montón de comidas como el desayuno, almuerzo y merienda, mi cena eran dos naranjas y capaz, si tenía mucha hambre, una galletita dulce o salada, a eso le sumaba que hacía mucho ejercicio, en la escuela nos mataban con aerobico y natación, iba a top ride todos los días y nadaba, además, los fines de semana salía a correr o andar en bicicleta, ¿Quién tiene vida con todo eso? Nadie. A la noche y en casi todas las comidas que mis viejos estaban presentes, lo único que hacíamos era discutir, yo diciendo que no tenía hambre y ellos insistiendo con que tenía que comer, no miento cuando les digo que llegaba a llorar por cada vez que me hacían comer para no seguir discutiendo... además, eso fue deteriorando mucho nuestra relación, sentía más rechazo que aprecio por su parte.
Llegué al punto de no comer nada durante dos días, ¿Cómo hacía? No sé. También llegué al punto de sentirme gorda, más de lo que me sentía, así que para finales de Noviembre del 2010, fui con una nutricionista con la excusa de que quería hacer dieta y me dijeron "No tenes que hacer dieta, tenes que aumentar de peso, unos siete kilos, tenes anorexia nerviosa" no le di mucha importancia al tema y dije que iba a tratar de recuperar el peso, después de que me dijeran todas las consecuencias que la anorexia me traería, pasaron dos semanas y yo bajaba de peso, llegué a pesar 40 y fue cuando hablaron con mis papás, hablaron del tratamiento y demás, y dije que lo iba a hacer... mentira, para eso, me sacaron natación y las salidas en bicicleta, solo iba dos veces por semana al gimnasio, y odiaba eso, lloraba, pero no había caso, no comía, no quería comer y un día, del gimnasio al cual asistía, llamaron a mi mamá y le dijeron que no podía ir más, que estaba muy flaca y ellos no querían hacerse responsables por si algo malo me pasaba, eso fue el colmo, sentía que todo el mundo se ponía en mi contra... y fue peor, pasaba días y días sin comer, para eso, no tenía energías para nada, se me caía el pelo, tenía secas las manos, los labios, todo, y me aislaba de la sociedad, no salía a ningún lado, lo único que hacía era escribir y escribir (Escribí una novela donde los problemas se centran en los que me pasaban en ese momento, Save me, se llama, algo lógico el nombre) porque odiaba que la gente me mirara a cualquier lado donde fuera, me miraban y me miraban con lastima y asco, eso no se sentía bien y lo único que me decían era "Antes estabas re linda, ¿Qué te pasó?" ¿En serio? ¿En serio pensaban que antes era linda? ¿Pensaban eso cuando me hacían sentir el ser más feo de la Tierra? No los entendía.
Para Febrero del 2011, cuando fui a un control después de las vacaciones (en las que se suponía que debía recuperar peso) pesaba 35 kilos, ¡35 kilos! ¿Saben lo que era? Un esqueleto viviente. Los medicos, nutricionistas y psicologos, me hablaron y dije que iba a cambiar, que necesitaba cambiar porque si en cuatro días no aumentaba medio kilo, me derivaban a Buenos Aires, a ellos les había dicho que sí iba a cambiar... pero no me lo dije a mí. No pensaba cambiar y no sabía como hacer, al mismo tiempo, para pesar medio kilo en el próximo control.
Un día, cuando estaba en la casa de mi abuela, me enteré que mi vieja había encontrado la medicación (Me daban una medicación que era como una leche, no podía reemplazar eso con nada, tenía que tomarlo dos veces en el día y tenía más de 600kcal, ¿Saben lo que era eso para mí? La muerte, 600 kcal eran muchas, así que decía que me iba a tomar eso a mi pieza y saben que hacía? Lo guardaba en botellas de plastico y cuando salía a caminar, las tiraba) la había encontrado en las mochilas donde las guardaba y cuando volví a casa, no sabía que decirle, donde meterle, no tenía excusas, la verdad ya estaba plantada, así que cuando mi vieja me dijo "Ya no sé que más hacer con vos, ¿Te queres morir? Que egoísta sos conmigo" me largué a llorar como pocas veces en mi vida y recapacité sobre eso, sobre todo y no sé como llegué a la conclusión de comer, me costó muchísimo en todos los sentidos, me costó muchísimo poner voluntad para comer y me costó muchísimo aumentar de peso, parecía que iba a reventar de todo lo que comía y no aumentaba nada o con suerte, 200 gramos, fue duro, el proceso fue duro, porque me sentía mal al ver que la ropa, de a poco me iba quedando más chica, por eso necesitaba ayuda psicologica, estuve medicada para mantenerme relajada, me sacaron la balanza de casa (y nunca más la vi) y empezaron a no decirme cuanto pesaba, al mismo tiempo trataba de mantener cerca a la gente que quería, no los que me decían "estas más gordita, por fin", no sé sentía bien, ni siquiera sentía bien el "ahora estas más linda".

El proceso fue duro, pero lo logré, logré vencer a la anorexia, para Agosto del 2011 ya estaba dada de alta, pero seguía y hasta el día de hoy, sigo en tratamiento psicologico, y hasta el día de hoy, no sé mi peso, cuando me toca subirme a la balanza me pesan de espalda porque es como dicen... "ningún número va a estar bien para vos nunca, jamás vas a saber cuando esta bien y cuando esta mal".
La anorexia me enseñó un montón de cosas, me enseñó a valorar a las personas, a mi familia, a mis amigos, y principalmente, a mi misma, no digo que ahora estoy con el autoestima al 100% no, yo todavía me miro al espejo y no me gusta nada de mí, absolutamente nada, me veo super gorda y fea, pero eso no quiere decir que voy a volver a hacer lo que ya hice, ¿Saben lo horrible que es que la gente te mire con lastima, te trate como un mutante, estar más tiempo con los médicos que con tus amigos, lo horrible que es que tus viejos no confíen en vos, lo horrible que es que gasten plata en tratamientos, lo horrible que es que la gente este encima tuyo sin tener libertades? Llegaron al punto de mandar a mi tía todas las mañanas para fijarse que coma. Me sentía una enferma, que no podía consigo misma y todo eso era porque la anorexia me dominaba, todos los días tenía en mi mente a ese alguien que me decía que no coma, que estar más flaca y puros huesos era mejor, era más lindo, pero ¿A quién iba a gustarle una persona puro huesos sin culo, tetas, piernas, curvas? Daba asco. Eso no era ser linda.
Por eso piensen muy bien antes de insultar a alguien, el trastorno que pueden llegar a causar en una persona, como se lo puede tomar y como pueden dejar su autoestima, los pueden matar ¿Sabían? La anorexia mata y yo no sé de donde saqué fuerzas para que no me mate, literalmente: La sociedad me iba a matar si eso pasaba, muchas veces había pensado en matarme para no volver a comer, el trastorno que tenía era increíble, miren si hubiera muerto, miren todas las cosas lindas y malas de la vida que me hubiera perdido... miren los amigos que me hubiera perdido, por eso, aprendí a valorar un poco más mi vida, pero solo un poco, es mucho más lindo estar con amigos que con médicos, es mucho mejor aprender, caer, levantarse y volver a aprender y fracasar, es mucho mejor estar sano.
Nadie es perfecto físicamente, en ningún sentido en realidad, nadie es perfecto, por eso creo que nadie tiene el derecho de hacerte caer, de hacerte sentir mal con tu cuerpo, sos como sos y si estas feliz, si te sentis bien con vos mismo, que el resto, te chupe un huevo y si realmente, queres hacer un cambio, HACELO POR VOS, NO POR LA SOCIEDAD, porque siempre, sea para bien o sea para mal, siempre te van a criticar. Trata de mantener a la gente que te quiera por lo que sos, por lo que vales, por lo que das, no por como aparentas.

Acá les dejo unas fotos, una de cuando era anorexica (trate de que no sea la foto más fuerte, tengo peores, tengo fotos en bikini, son horribles y muy fuertes) y la otra, una actual. ¿Ven la diferencia? Prefiero ser así como estoy que a estar enferma y sobre el borde de la muerte por la puta sociedad.


PD: Veo la foto y me dan ganas de llorar, LA SOCIEDAD ES UNA MIERDA, UNA MIERDA!
JAMÁS DEJEN QUE LOS HAGAN SENTIR FEOS, JAMÁS DEJEN QUE LOS HAGAN SENTIR QUE NO VALEN, SON MUCHO MÁS QUE UN NÚMERO, VALEN POR LO QUE SON, NO POR LO QUE PESAN. Y para mí, sos hermoso/a!

No hay comentarios:

Publicar un comentario